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Abstract
Las carbapenememasas y las enterobacterias productoras de carbapanemasas suponen un importante problema de salud pública que ha alcanzado una importante notoriedad, no solo por las implicaciones epidemiológicas sino también por las importantes limitaciones terapéuticas. Existen diferentes tipos de carbapenemasas, siendo las KPC (clase A), VIM y NDM (clase B o metalo-betalactamasas) y OXA-48 (clase D) las que mayor dispersión han tenido. Estas enzimas presentan diferente dispersión en las distintas áreas epidemiológicas. Su detección en el laboratorio es compleja y requiere de un adecuado ejercicio de interpretación del antibiograma. Se han propuesto diferentes pruebas fenotípicas para su detección basadas en la posible sinergia de inhibidores de betalactamasas (ácido borónico y EDTA para las de clase A y B, respectivamente) o el empleo de la pérdida de sensibilidad a la temocilina para las de clase D. No obstante, esta últimas pueden pasar desapercibidas por su escasa acción hidrolítica sobre los carbapenems y las cefalosporinas de tercera y cuarta generación, aunque su asociación con betalactamasa de espectro extendido (BLEE) y ausencia de porinas, facilita su detección. A pesar de tener las carbapenemasa una acción hidrolítica (en mayor o menor medida) de los carbapenems, el tratamiento mayoritariamente recomendado de las infecciones por Enterobacterias productoras de carbapenemasas incluye siempre un carbapenémico en asociación con un aminoglicósido y con colistina y en menor medida con tigeciclina o una fluoroquinolona dependiendo del perfil de sensibilidad. Las futuras asociaciones de los antibióticos betalactámicos de amplio espectro con inhibidores de carbapenemasas (por ejemplo ceftazidima/avibactam, aztreonam/avibactam, meropenem-RPX7009 o imipenem-MK7655) podrían facilitar el tratamiento de las infecciones producidas por enterobacterias productoras de carbapenemasas.